miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Hambruna


A mediados de marzo de 1993 Kevin Carter viajó a Sudán para hacer un reportaje sobre la hambruna de ese país en un avión que trasportaba alimentos para la población. En el poblado de Ayod, Carter haría la fotografía que le cambiaría la vida.

Puesto que era la primera vez que veía una situación real de hambruna, hizo muchas fotos de niños hambrientos. Carter comenzó a tomar fotografías de niños en el suelo, como llorando, que no se publicaron. Los padres de los niños estaban ocupados recogiendo la comida del avión, por lo que se habían desentendido de momento de ellos. Esta era la situación de la niña de la foto hecha por Carter.

Una niña desnutrida postrada en el suelo y un buitre acercándose. Un bombazo, debió pensar Carter, que tuvo la sangre fría para no dejarse llevar por la emoción y esperó veinte minutos a que el carroñero abriera las alas para que la fotografía tuviera más impacto.

Al final no sucedió y Carter se tuvo que conformar con la fotografía que le llevaría a ganar el Pulitzer. A partir de ahí comenzó su calvario. Se dijeron entonces muchas cosas sobre la actuación de Carter; incluso se le ha llegado a comparar con el buitre, pero la realidad es bien distinta.

Sí, 16 meses después de aquella foto, la noche del 27 de julio de 1994, su autor, el sudafricano Kevin Carter, que venía de recoger el Premio Pulitzer en la Columbia University, conectó una goma al tubo de escape de su coche, dejó una confusa nota y se suicidó. Tenía 33 años.

3 comentarios:

  1. Impresionante, gracias por compartir este tipo de fotografías e historias.
    Seguí así.
    Saludos.

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  2. Gracias por seguir visitando mi blog.
    Intento mostrar la realidad. Cuesta pero bueno uno no tiene que olvidarse que estas cosas pasan.
    Saludos

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  3. Y siguen pasando las cosas Sole, y es importante dejar los registros... En cualquier momento volvemos sobre esto, recordamos, reflexionamos, compartimos... ¿Seremos mejores seres humanos? ¡No lo sé!, pero, por lo menos, tendremos oportunidades de ser seres con historia...
    Siempre te recuerdo Soledad y te deseo todo lo mejor. Ojalá nos volvamos a encontrar por estos Blogs. María del Carmen

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